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Giovanni Faccenda | | Los aspectos emocionales más ardientes que viven en las entrañas más profundas de la obra de Pietra Barrasso salen a la superficie cómo luces espirituales evocadas para iluminar la oscuridad que envuelve hostilmente nuestra existencia cada vez más inquieta. Ebrio de temblores líricos y trepidaciones sentimentales, la pintura de esta artista rigurosa e inspirada, recoge el impresionante reto del «mondo inexplorado»: una geografía de ensueño e invisible que encuentra la manera de materializarse – justo el término apropiado, teniendo en cuenta las emblemáticas relevancias de color aglomerado – en una superficie que no es más realística sino puramente mental, donde en un rastro vertical insisten a menudo, fuentes luminosas impregnadas por un sentido de encanto seductor. Ligeros y trasparentes cómo bandadas de nubes en un día de sol, estos rayos recurrentes – imperiosos, en un sistema cromático combinado a los acuerdos más cálidos – parecen aludir a los itinerarios memoriales o perspectivas soñadas, contextos emocionales, sin embargo, dentro del cual Barrasso encuentra o vuelve a reencontrar lo que vive desde siempre en sí misma. Pintar entonces, se convierte para ella en una especie de excavación interior que no viene causada de la realidad circundante: se trata más bien de una amplia variedad de secretas palpitaciones – muy fructíferas en un alma tan sensible como la suya – a empujarla hacía estos idílicos vuelos fantásticos.
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Giammarco Puntelli | Capturar aquella luz que es el alma del mundo, fuente de nuestra energía constituye desde siempre un tema privilegiado del arte moderno y contemporáneo. Si el arte es la capacidad de influenciar nuestros estados de ánimo, esta búsqueda es uno de los caminos donde muchos artistas han caminado y otros se preparan en hacerlo. Las cascadas, las contaminaciones de luz de Pietra Barrasso, merecen atención por su originalidad y por su ejecución. El artista trata de la comparación de la luz, uno de los más complicados temas del arte de todos los tiempos, después de una sólida experiencia en la pintura y haberse enfrentado a grandes retos, ganándolos todos. Vamos a verlas brevemente antes de volver a la actual producción artística, entreteniéndonos en dos temas solucionados con grande maestría y donde se ven los primeros rastros de atmosferas de luz de este periodo.
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Giulia Sillato | | Cuando vi por la primera vez las obras de Pietra Barrasso, por la primera vez, tuvo la intuición, sin tener las pruebas científicas, que detrás de esa laboriosa, meticulosa inclinación de los morteros, mezcladas con los colores, no se ocultaba sólo una mano rápida y segura, sino también una visión artística completa, una idea del arte que evidentemente había podido practicar en el pasado y en fin expresarse poniendo en práctica los antiguos conocimientos y habilidades. Tuvo la impresión que esos brotes continuos de color radiante y minuciosamente espatulados llamados “rayos de luz”, eran cómo la expresión ultima de un percurso que tenía raíces profundas y que se habían sublimado progresivamente en la pura conceptualización de la luz. He tenido la confirmación sólo recientemente, cuando la artista ha sometido a mi atención un aceite sobre tela realizada al comienzo del año dos mil, solicitando mi opinión: una maravillosa Madona en el trono con ángeles digna de los mejores pintores del Cuatrocientos…un género de pintura desde el cual ella habría pasado con el tiempo a un enfoque pictórico informal. |
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