CAPTURAR LA LUZ

Capturar aquella luz que es el alma del mundo, fuente de nuestra energía constituye desde siempre un tema privilegiado del arte moderno y contemporáneo.

Si el arte es la capacidad de influenciar nuestros estados de ánimo, esta búsqueda es uno de los caminos donde muchos artistas han caminado y otros se preparan en hacerlo.

Las cascadas, las contaminaciones de luz de Pietra Barrasso, merecen atención por su originalidad y por su ejecución. 

El artista trata de la comparación de la luz, uno de los más complicados temas del arte de todos los tiempos, después de una sólida experiencia en la pintura y haberse enfrentado a grandes retos, ganándolos todos.

Vamos a verlas brevemente antes de volver a la actual producción artística, entreteniéndonos en dos temas solucionados con grande maestría y donde se ven los primeros rastros de atmosferas de luz de este periodo.

En primero lugar el paisaje, otro enfoque tradicional que el artista aborda con el sentido de la luz en la pincelada y la atención cromática que nos hace vivir la impresión del movimiento en la tela.

El suyo es un paisaje que nos da un enfoque tradicional, abre horizontes originales a partir de las combinaciones de colores y de la gestión de la composición de los elementos donde es fácil predecir el futuro hacía el complicado tema de la luz del arte.

Otro momento de su historia solucionado con maestría es el enfoque a la tradicional comparación con sujetos religiosos. La luminosidad de la figura, que evoca la luz divina propia de las imágenes, presenta la existencia del límite entre la dimensión física y celeste, vivida mediante la búsqueda del color.

Mediante un estudio coherente y una sensibilidad personal, recoge los resultados obtenidos gracias a los ciclos pasados y aborda el querido tema de Turner y Rothko.

La luz implica el trabajo en dos aspectos: el aspecto artístico por los colores y el aspecto emocional del cambio que aviene en el observador después del descubrimiento de la obra.

La artista se encuentra en plena madurez y con grande originalidad transporta en la tela aquellas coladas de luz, aquellas cascadas luminosas que constituyen el puente entre nuestra espiritualidad y el ambiente que nos rodea que empezamos a descubrir solo cuando lo hacemos interactuar con el “mundo paralelo” que reside dentro cada uno de nosotros.

Podemos constatarlo en “Chorro de luz” en italiano “Fascio di Luce”, en “Estratificaciones de luces” en italiano “Stratificazione di luci” del 2011 y en “Rojo de puesta de sol” en italiano “Rosso Tramonto” del 2012.

Esta es la razón de porque la profesión de Pietra Barrasso es una búsqueda verdadera y difícil, en las universidades del arte contemporánea ya que trae los frutos del cambio de las emociones elementares de las personas.

Sólo un verdadero arte puede llevar a cabo esta misión.  

"Para los milagros hay que rezar, para los cambios hay que trabajar" ( Tommaso d'Aquino).